domingo, 16 de julio de 2017

LOS ORÍGENES. LA CASA DE JESUITAS (1653-1767).



El popularmente conocido como edificio “Las Nieves”, lugar donde se encuentra ubicado actualmente el Centro de Educación Infantil y Primaria “Nuestra Señora de las Nieves” ha albergado a diferentes instituciones relacionadas con la educación a lo largo de su dilatada trayectoria. Se han sucedido largas etapas de esplendor con otras, generalmente más cortas, de abandono. Abordar el estudio de La historia de la educación en Arcos sería imposible sin el conocimiento profundo de cuanto ha tenido lugar en las aulas que rodean al bello patio columnado de nuestro colegio, el cual ha  supuesto un referente cultural de la localidad imprescindible en las distintas etapas de la historia.


“Por escritura de 4 de noviembre de 1653, Doña Ana de Trujillo Coronado y Torres, hija del alcalde Francisco de Trujillo Sevillano y de Doña Inés Gamaza Coronado y viuda del Capitán Don Diego Nuñez de Prado y Trujillo, alguacil mayor y alcaide del castillo de Arcos fundó un colegio de padres de la Compañía de Jesús”(1). Doña Ana de Trujillo dispuso además, de los medios materiales y económicos indispensables para el mantenimiento de los doce religiosos que tendrían que asistir al colegio. Dos de ellos “atenderían a la educación de los niños de la escuela, enseñándoles doctrina cristiana y a leer, escribir y contar…”(1). Otros dos religiosos “estarían dedicados a leer y enseñar Gramática latina en dos cátedras, una de mayores y otra de menores, desempeñando otro religioso el cargo de perfecto (regente) de estudios, cuidando de que estas escuelas aumenten y que salgan sujetos bien aprovechados y doctrinados como lo acostumbran a hacer, para que pasen a estudiar otras ciencias y facultades y aumentase este colegio con sucesivas donaciones que hiciesen otros bienhechores”. “Que la Iglesia del convento que había de fundarse o la de la Santa Misericordia habría de titularse de Santa Catalina, Vírgen y mártir patrona y titular de las escuelas”(1).
(      1)   Protocolo nº63, notaría 7ª, fº 437.

Emblema Jesuita en el brocal de un pozo que hay en el edificio
     En un principio, la escuela estuvo ubicada en un edificio adjunto a la Iglesia de la Misericordia, la cual estaba presidida por la bella talla policromada de Santa Catalina obra de Alonso Cano.
 

Unos años más tarde, se amplió la oferta docente, gracias a la donación de Diego de Virués por escritura de 5 de noviembre de 1667. Además de la enseñanza primaria que venía funcionando desde la fundación del colegio, se crearon dos cátedras, una de filosofía y otra de Artes. El 21 de enero de 1673 en su testamento otorgó una nueva donación, con la que se reformó el colegio quedando éste con una escuela, una cátedra de Gramática, otra de Artes, otra de Teología Moral y dos de Teología Escolástica dotando al establecimiento de quince mil ducados para su mantenimiento. Fue entonces, en el momento de la ampliación, cuando hubo que buscar un edificio más acorde con las nuevas necesidades educativas. Se trasladaron entonces al Convento de Santa Catalina, el mismo que sería denominado “de Las Nieves” un siglo más tarde.


Trascripción de la lápida: “Al Sr. Don Diego de Virués Gamaza, presbítero, por haber dado a la Compañía de Jesús estas casas labradas a sus expensas, para la fundación de este colegio y dotado una cátedra de Artes y otra de Teología Moral para beneficio de su patria, puso la Compañía esta piedra como insigne benefactor suyo este reconocimiento perpetuo. Año de 1672. Viva la Eternidad. JHS”.

Espadaña del antiguo convento jesuita.
A comienzos del siglo XVII la Compañía de Jesús había adquirido una enorme importancia en el terreno de  la enseñanza secundaria en nuestro país. En sus centros educativos se estudiaba la lengua latina y el colegio de  Arcos no era una excepción. El dominio del latín era imprescindible para acceder a la universidad, de ahí la importancia de contar con expertos en la materia. Miguel Mancheño, a  finales del siglo XIX, se quejaba precisamente de que los estudiantes arcenses “no tuvieran donde aprender latinidad”. 

Santa Catalina, talla de Alonso Cano, actualmente en la iglesia de San Pedro.

 En el terreno de la enseñanza fue destacada la labor de la Compañía de Jesús. El colegio de Santa Catalina, como así era denominado el centro educativo, instruyó en las primeras letras a muchas generaciones de arcenses, desde 1653 hasta el momento de la expulsión de los jesuitas en 1767.  Esta supresión supondría en su momento para la ciudad de Arcos una grave  e irreparable pérdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario